Inicia mayo, mes de las madres. En nuestro país, la figura materna es, en la mayoría de los casos, el punto de unión de las familias. Y no hay nada que le duela más al mexicano que mandarnos a chingar a nuestra madre. La mayoría de las peleas entre los hombres se da porque mandaron a "chingar a su madre". Que si la Malinche, que si la conquista, que si "El laberinto de la soledad" de Octavio Paz... sea lo que sea, le duele al mexicano. Si algo quiere el mexicano es a su madre, a la "morenita" y a su equipo de fútbol.
Y escribiendo de puras madres, hay una película que les recomiendo: "Hace mucho que te quiero", cinta francesa que retrata el sufrimiento de una mujer por adaptarse a la sociedad tras dejar la cárcel. Contar el por qué llegó a prisión sería revelarles parte de la historia. Lo que sí puedo decirles es que la película reafirma el poder del amor de una madre a su hijo.
Una película sobria, con frases memorables, una música muy linda, actuaciones femeninas magníficas, la personalidad de Kristin Scott Thomas y la gran belleza de Elsa Zylberstein. Disfrutarán seguramente los últimos 10 minutos donde hay un duelo actoral entre ambas. Hace mucho que te quiero.
"Las explicaciones son excusas y la muerte no las admite"