*Advertencia: esta entrada es más mamona de lo que suelen ser los textos de este blog*
Estimados lectores, esta entrada es una propuesta para elegir al Presidente de México de 2012. No pretendo aminorar la investidura presidencial pero sí acercar la política a la mayoría.
Con base en que somos un país que consume mucha televisión; partiendo de ser un país con baja participación en las elecciones y, con el conocimiento de que los candidatos presidenciales -y la mayoría de los políticos- son una mierda disfrazada de gente con clase y educación, propongo que las televisoras mexicanas, en conjunto, hagan un reality show llamado El candidato.
Mecánica del programa:
Inspirado en Big Brother, meter a todos los precandidatos del PRI, PAN y PRD a una casa, encerrarlos, aislarlos y que se acaben entre ellos. ¡Que saquen lo que verdaderamente son! Sin asesores, sin maquillaje, ¡SIN GEL! Imaginen a Ebrard, Cordero y a López comploteando contra Vázquez; a Peña leyendo la Biblia; a Creel llorando porque extraña a su hija. ¡La miseria humana en televisión!
Pero, además, que sea un show espectacular con retos y pruebas en donde verdaderamente pongan en riesgo su vida. Si llegaran a morir, nos daría mucha tristeza pero no era el más apto para gobernarnos. ¡Qué lástima!
Las eliminaciones serían cada semana; quien tenga menos llamadas, está fuera de la contienda. Y, para asegurar que admiten el resultado de los televidentes, cuando Verónica Castro los reciba en el estudio, que firmen un acuerdo en el que prometan no volver a contender en 2018, ni que harán berrinches, ni se autonombrarán presidente o cosas que jamás han pasado en el país.
Anda, IFE, muéstrale al mundo la forma de elegir Presidente en el Siglo XXI. Muestra una verdadera Iniciativa México. De todas maneras, en 2006, fue la televisión quien influyó en los resultados de las elecciones.
Les gusta el show, ¿no? Tomen entonces esta idea. Se las regalo.
Les gusta el show, ¿no? Tomen entonces esta idea. Se las regalo.