Finalmente conocemos al ganador. Todos los medios y las encuestas lo dicen: regresa el PRI al poder después de 12 años de espera. 12 años en los que crearon su estrategia y se aliaron al cuarto poder: la televisión.
¿Ético? No. ¿Válido? Hasta ahora, sí. Quien conoce la historia de los medios de comunicación, sabe que desde siempre tanto el partido en el poder como la oposición compraban o tenían sus periódicos. Desde Porfirio Díaz, pasando por los revolucionarios, Cárdenas. Todos.
¿Y debemos conformarnos? No. Y éste es el inicio del cambio. No del que hablaron los candidatos; sino del de la conciencia.
Los jóvenes ya despertamos. Los partidos políticos creían que éramos apáticos. Ya vieron que no. Y ahora el PRI está obligado a cambiar porque la juventud no permitirá que se comporten como lo hicieron años atrás. Hoy, tenemos herramientas que antes no. Las redes sociales nos han convertido en el Big Brother que describió George Orwell. Hoy nos podemos hacer escuchar como nunca antes.
Es bueno para el PAN y para el PRD que pierdan porque así podrán sacudirse y reconstruirse. El PRD ganó nuevamente la capital del país; es una buena base para cimentar su nueva etapa: esa izquierda liberal, moderna y moderada que tanto le hace falta al país. El PAN es el que más difícil la tiene. Son los grandes perdedores del sexenio. Quizá es la derrota más grande de su historia.
Ojo: ahora, con la mayoría que tiene el PRI, las cosas van a mejorar aparentemente. Sin embargo, debemos tener bien presente una cosa: es OBLIGACIÓN del Gobierno -sea cual sea el partido- que México esté mejor. No es un favor que nos hacen. Son nuestros empleados y para eso están. Debemos ser exigentes y críticos. Cuestionar.
Por otra parte, es nuestro trabajo y obligación difundir con quienes sólo tienen información de televisión, lo que calla y se le oculta al país . Y que ya informados, tomen la decisión que quieran. Francis Bacon dijo hace más de 400 años que "La información es poder". El poder ya es de nosotros. Es tiempo de compartirlo con quienes aún no lo tienen.
Me sorprende mucho la cultura francesa, española o alemana, por ejemplo. En las elecciones se dan con todo, votan, pero después de que se anuncia al ganador, siguen con sus vidas. En los tiempos electorales son de izquierda o de derecha; pasan las elecciones y regresan a ser franceses, españoles o alemanes. Más como ellos, mexicanos. Antes de ser perredistas, panistas o priístas, seamos mexicanos. Sí. Démonos duro en las campañas; pero después, volvamos a ser mexicanos.
El PRI regresó. Sí. Pero no debemos tener miedo. El país no es el mismo. Ya estamos despiertos.
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Y mientras digerimos la noticia del ganador de las elecciones del 1 de julio, la maquinaria sigue su curso y las mentes trabajando para que su barco siga tripulando.
Muy, muy adelantado a todos, les dejo a quienes, según mi fantástica e infalible bola de cristal son los presidenciables para 2018. Me fascina decir "se los dije". Y en 6 años lo estarán escuchando.
Por el PRD podrían estar: Lázaro Cárdenas Batel, Joel Ortega, Marcelo Ebrard y Carlos Navarrete.
Como ahorita el PAN es un desmadre, tendrán que renovarse o morir. Y después de esa renovación encontrar un líder. Entre las opciones podrían estar: Juan Carlos Romero Hicks, Miguel Márquez Márquez, Emilio González Márquez y hasta Gabriela Cuevas.
Y finalmente el PRI, en donde podría estar Rodrigo Medina de la Cruz, Manlio Fabio Beltrones, Eruviel Ávila, Jorge Aristóteles Sandoval, y nada más y nada menos que Ninfa Salinas Sada -Senadora e hija de Ricardo Salinas Pliego-.
Recuerden estos nombres y estas caras porque pronto, más pronto de lo que imaginamos, comenzaremos a saber más y más de ellos.
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Nota al pie de página:
Si en serio creen que lo de Ninfa Salinas es broma, no me crean pues. Ya lo verán.