30/6/12

Las razones de mi voto

Tenía pocas semanas de haber entrado a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales cuando nos hicieron un examen para ver cuánto sabíamos de política mexicana. -30 preguntas sencillas-, dijo la profesora. No recuerdo si pasé el examen; pero me fue bastante mal. Creo que saqué un 6. Bastante mal para un güey de calificaciones siempre altas, al que una abajo de 9 le parecía horrenda. Qué patético era. Sí. Lo sé. Qué horror. 

Lo que sí recuerdo es el consejo que la maestra nos dio: 
-Si abrieran los periódicos más seguido, si leyeran más noticias, en lugar de verlas, les habría ido bien en su examen. Desde ese entonces no hay día en el que no lea algún periódico.

Ejercicios como mi examen de 30 preguntas, leer a Bobbio, Locke, Spinoza, Weber, Sartori , Canetti o Baudrillard, y escuchar a grandes polítologos en clase o en conferencias, me cambiaron. En sí, me cambió la Universidad. Ahora me apasiona la política, a diferencia de mi época preparatoriana, cuando era otro joven más apático a la política.

Para estas elecciones me informé y leí. Y no solamente estos tres meses de campaña. Lo hice desde mucho antes. No es arrogancia, pero la mayoría sólo habla de política cada 6 años, cuando es moda; yo no. Y es así como decidí mi voto.

No a los negocio-partidos

En 2006, Patricia Mercado fue candidata de algo llamado Partido Social Demócrata (PSD). Simpaticé muchísimo con sus propuestas. Sobrevivió el 2006; pero en 2009 no alcanzó el 2% y perdió el registro. Una buena propaganda fue lo que le hizo falta; una como el "1 de 3" que le salvó la vida a Nueva Alianza.

Sobreviviente desde entonces llegó a estas elecciones el partido de Elba Esther Gordillo: el Nueva Alianza. Esta vez con una cara nueva y "ciudadana": Gabriel Quadri, un buen orador con domidio del la expresión oral y corporal. Si pudiéramos recoger lo mejor de cada candidato, éstas serían las cualidades que tomaría de él. 

Si algo tiene Elba es que le sabe al sistema político. Hizo tan buen casting que Quadri le dará más del 2% para que su negocio-partido siga con vida y costándonos. Qué lástima que habrá quien vote por él. Yo no. Los partidos políticos nos cuestan miles de millones de pesos. Y no se vale que, con lo que les pagamos, estén de parásitos, viviendo de las propuestas de grandes partidos. Voten por el PRD, el PRI o el PAN. Los otros negocios-partidos como el PVEM, el PT, Convergencia o Movimiento Ciudadano no merecen vivir más. 

El beneficio de la duda

Siempre me ha parecido patético que se juzgue y catalogue al hijo como al padre. Si el papá es inteligente, no significa que el hijo deba serlo. Si el papá es talentoso, no es garantía que el hijo lo será. Por esa razón durante esta campaña, intenté separar el pasado del PRI de su candidato. Si en el 68 el Presidente mató estudiantes, no significa que el actual mataría. No bajo mi pensamiento planteado arriba de padre-hijo. Intenté quitarme de encima toda la mala historia que carga su partido y le di el beneficio de la duda. La duda de que el partido había cambiado.

Sin embargo, las imágenes de acarreados, de entregas de despensas, de regalos, de compra de votos; la información de los fraudes de Yarrington, Moreira o Montiel y que Enrique Peña Nieto no se mostrara en contra de ellos y, en cambio, dijera que los respeta; la imagen de Peña en su avión pidiendo los datos de los estudiantes de #YoSoy132 o la información que todos conocemos ahora del pacto entre el PRI y Televisa para posicionarlo, me indican que este hijo es como su padre. 

Me parece muy triste que ni con toda esta información, la gente ama al candidato. La forma en cómo lo tocaban y lo veían en sus mítines no me dejará mentir. Me parece más triste que la gente cree en su campaña en donde promete el cambio. Irónico: cambiar lo que su partido causó. Promete paz. Irónico: el PRI fue el causante del problema porque nunca lo enfrentaron. Al contrario, pactaron con el crimen.

Lo que sí debe reconocerse, es que la estrategia del PRI, maquiavélicamente planeada, les funcionó. Supieron esperar 12 años, buscaron una cara joven y guapa, se aliaron con el cuarto poder -la televisión- para volver más fuertes que nunca: con la Presidencia, con mayoría en las Cámaras y en los estados. La jugada les salió; pero no conmigo. Mi voto no será para el PRI.

La gente desinformada y que sólo consume televisión -y que abunda en el país- votarán por EPN. Por eso digo que la jugada del PRI fue maquiavélica. Así, la elección no será robada en las urnas. Fue robada desde hace 6 años, cuando el PRI hizo el pacto con las televisoras, en las narices de todos, para posicionarse. 

Si no simpatizo, no me uno

Era 2008. Mi profesora de fotografía -simpatizante de AMLO a más no poder- no me bajaba de panista por haber vivido toda mi infancia y juventud en Guanajuato. Aún cree que lo soy. Sí, malditos estereotipos. En fin. Estábamos viendo "fotorreportaje", y como ella hablaba todas las clases de AMLO, tomé una decisión: ir a una dichosa "Asamblea Informativa de Nuestro Presidente Legítimo". a hacer un fotorreportaje. Una noche antes puse mi cámara Nikon Reflex Manual en su funda, 3 rollos, mi despertador a las 5 de la mañana y una playera amarilla -por ser mi color favorito, no puede faltar en mi guardarropa-.

Llegué a las 7 de la mañana y el Zócalo sólo tenía unos cuantos grupos que llegaron en la madrugada desde Guerrero. Moría por una torta de tamal pero no me la comí por eso del proceso digestivo. Tomé lugar junto al grupo que estaba y se había agandallado los mejores lugares. El Zócalo se fue llenando y llenando, y llenando. Los gritos ensordecedores de la gente indicaron que Andres Manuel había llegado. Lo vi a lo lejos y comencé a disparar fotografías. Se estaba acercando y a punto de pasar por donde yo estaba. Me colgué del barandal para sacar las mejores fotos. Pensar en exposición, apertura, enfoque, composición. Disparar y hacer lo mismo en cada foto mientras Andrés se acercaba poco a poco saludando a la gente. Mi 1.75 y humanidad entera colgada en el barandal viendo por la mirilla. Andrés pasa, se voltea, ve a la señora junto a mí, se acerca y le dice "Gracias por estar aquí, Lorena". En ese momento disparé. Resultado: una fotografía sin foco del rostro de AMLO a 40 centímetros entre el fotógrafo novato y él. Dice Elías Canetti en "Masa y poder" que en los mítines, todas las voces se hacen una. Sí. La energía y la emoción se contagian. 

Escuché el discurso, grité, fotografié. Cuando las mostré a clase, la maestra -arrogante como todo fotógrafo- no manifestó su sopresa -después me enteré que en la clase de la tarde dijo maravillas de unas fotografías de El Peje que "llevó uno de la mañana"-. Me aprobó varias y se rió y taradeó por otras -como la desenfocada del rostro de AMLO-. Después me preguntó que qué opinaba de AMLO. No le di la respuesta que esperaba. 

Fui católico por 20 años. Ya no lo soy. Detesto esa ideología mesiánica, eso de sufrir aquí para disfrutar allá. Y por obvias razones detesto también la parte mesiánica de AMLO. Después de leer al historiador Norman Cohn quien enumera el parecido entre el catolicismo y el marxismo, me di cuenta que el discurso de AMLO es como el bíblico. La lucha entre el bien y el mal y el disfrute de los pobres cuando la burguesía acabe. 

Estoy convencido de que el país necesita un gobierno de izquierda y liberal; pero el PRD, el de Andres Manuel López Obrador no lo representa. Criticarlo abiertamente en redes sociales es riesgoso para quien quiera ser popular. Me tiene sin cuidado. Mi voto no será para López Obrador por una sencilla razón: la incongruencia que impera en su discurso.

En 2006, perdió por casi nada: 0.56%. Y así es nuestro sistema electoral: gana el que tiene mayoría. Él sabe que perdió en las urnas sino, no estaría diciendo a todos que este 2012 cuiden las urnas porque en 2006 les faltó organización. No le perdono que en ese entonces, no se comportó a la altura de la Primera Oposición que era. Si en lugar de hacer el berrinche post-electoral que todos conocemos, hubiera sido el crítico número uno del Gobierno de Calderón, estas elecciones las hubiera ganado aún con la alianza PRI-Televisa existente. El hubiera. 

Quería conocer su plan para gobernar. Por eso leí "Nuevo Proyecto de Nación" y de nada me sirvió. ¿Por qué? Porque don Andrés se deslindó del libro. Frente a empresarios dijo que únicamente había escrito la introducción; que lo demás eran propuestas de los colaboradores. B R A V O. 

Asusta a la gente con Carlos Salinas, pero formó alianza con el Partido del Trabajo fundado por ¡Raúl Salinas de Gortari! Ironía. Habla de fraude electoral, pero invitó a su proyecto a Manuel Bartlett, Secretario de Gobernación en 1988 y principal orquestador del que sí fue fraude y llevó a la Presidencia a Salinas. Dice que no quiere el poder, pero en 2009 comenzó a crear sus estrategias por si Marcelo Ebrard no declinaba a su favor. Habla del PRI-AN y en sus filas están priístas. Vengan los jitomatazos y abucheos en mi contra. 

Me asusta mucho la intolerancia de Andres Manuel. Me asusta igual que no reconozca las cifras que no lo benefician. Durante la campaña, el periódico Reforma publicó una encuesta en donde lo ponía muy cercano al puntero. Andrés salió y las presumió en su iPad. Semanas después el mismo diario indicó que había bajado, ¿hasta creen que reconoció el dato? No logro imaginármelo siendo Presidente y admitiendo que el dolar subió. "En la Secretaria de Economía tenemos otros datos del valor del dólar. La Bolsa de Valores miente para desacreditar mi gobierno", diría.

Sé y estoy convencido que México necesita ser gobernado por la izquierda. Pero izquierda de verdad,  moderna y liberal,  y Andrés es un conservador; demostrado durante su mandato en el Distrito Federal al frenar la ley Robles -a favor del aborto- y vetar la de convivencia del mismo sexo. Prefirió no meterse en temas "delicados".

Vengan de nuevo los jitomatazos. López es más como el PRI que como el PRD: con propuestas paternalistas en las que papi gobierno debe darnos todo. Apréndanse este refrán, políticos y ciudadanos: "no le des el pescado, enséñalo a pescar". No necesitamos que nos den las cosas, políticos. Lo que necesitamos son oportunidades para que cada quien luche y compita por lo que quiere, pero TODOS. 

Es tiempo de que el PRD se sacuda y se quite a los bejaranos, a las barrales, a los encinas, a los lópez, a los chuchos. Es tiempo de que el sol de ese PRD se apague para dar paso a uno nuevo, donde la izquierda del siglo XXI, liberal, moderna, moderada y compatible con la globalización gobierne. Una izquierda donde no ponga al rico contra el pobre; una que le hable a la ciudadanía, NO AL PUEBLO. Hasta 2018. Espero.

¿Votar por lo menos peor?

Era febrero de 2012. El Partido Acción Nacional anunciaba que la persona que competiría por la Presidencia sería una mujer. Mi primera reacción fue decir, ¡qué bueno que haya una mujer Presidente! Después reflexioné y pensé: -Votar por alguien por su sexo, es igual de vacío y estúpido que votar por alguien sólo porque está guapo. Enfócate, Javier. A las propuestas". 

De todos los candidatos, es la que menos propuestas paternalistas y más competitivas ofrece. De los tres -Quadri no cuenta- es la que sabe escuchar. Cuando inició su campaña, la abuchearon, no la dejaron desayunar, la interrumpieron y siguió ahí, aguantando reclamos que le correspondían a Fox y a Calderón. En el programa de televisión Tercer Grado la hicieron M I E R D A; la trataron como a ninguno de los cuatro. Y aguantó. Un gobernante debe saber escuchar y ser tolerante a la crítica. Características que ni AMLO ni EPN poseen.

Sé que tiene visión, por algo su empresa -Comex- es líder en su sector. Además, las campañas de las que fue parte -Fox y Calderón- tuvieron éxito. Pero sus dos meses iniciales de campaña me hacen dudar en si tiene o no la astucia para reunirse con un buen equipo. Aún recuerdo los primeros spots que parecían anuncios de agencia funeraria. Muy acorde con el sexenio. ¿Pero votar por alguien por su campaña en lugar de las propuestas? En ese caso, le daría mi voto a Peña Nieto. 

Vázquez promete que habrá estabilidad en el país como en los últimos 12 años. Y no lo dudo. Aún con nuestra gran cercanía comercial con EE.UU., superamos la mayor crisis económica gracias a la visión empresarial que tienen los panistas. ¿Cómo nos hubiera ido con el PRI en esta crisis mundial? Sin embargo, el país no sólo necesita estabilidad, urge que acabemos con la pobreza. De nada nos sirve que hayamos alcanzado el máximo histórico de reservas internacionales si la pobreza sigue igual en el país. Combátanla. 

En una entrevista que El País le hizo a Vicente Fox, éste dio cifras y dijo que en su gobierno, a diferencia del de Calderon, se redujo la pobreza. ¿Quién creen que fue durante TODO el sexenio la secretaria de Desarrollo Social? Vázquez Mota. 

A Vázquez le tocó lidiar con la mujer más poderosa del país y con el sindicato más grande y pesado: el de maestros. Durante su gestión frente a la SEP logró que las plazas se concursen. Aún falta M U C H O por hacer en educación; pero el inicio de la transformación en la educación está en tener a profesores que amen su trabajo, no que tengan que trabajar porque heredaron la plaza.

¿Saben qué fue lo que le hizo falta a Vázquez Mota? Escándalos. Esos que tanto les fascinan a los mexicanos. Ya saben "aunque hable mal de ti la gente, pero que hable". No le conozco un caso de corrupción como a Peña o López.

¿Y los 60 mil muertos de Calderón? Éste es el punto débil y lo que me hace ruido al momento de votar por ella. Sin embargo, habló de una segunda etapa contra el narcotráfico. Y lo que se necesita es continuidad. No a la matanza; pero sí a la lucha, que con EPN no habrá. Leyendo una nota en The Guardian, me enteré de una alianza entre Televisa y el PRI para hablar mal del Gobierno y de AMLO. Y me surgió una duda: ¿Y si el exceso de noticias de la lucha contra el narco fue la manera en cómo Televisa se deshizo del PAN para estas elecciones? Sé que van más de 60 mil muertos en esta lucha, pero ¿cuántos de ellos inocentes y cuantos narcotraficantes? 

De los tres candidatos -nuevamente ignorando a Quadri como es costumbre- Josefina es la única que entendió que necesitamos un gobierno de coalición y habló de esto en sus campañas. Ninguno de los otros candidatos lo hizo. Con un gobierno de coalición, todos gobiernan en conjunto. Con un único interés en común.

Estaba convencido de anular mi voto porque no estoy a favor de dárselo al menos peor. Sin embargo, hace unos días, un conocido que es parte del PRI, en Toluca, me preguntó que por quién votaría. Le dije "Estoy pensando seriamente anularlo. O por Josefina, o lo anulo". Y él me respondió "Sí. Mejor anúlalo. Si no votas por Peña, mejor anúlalo". En ese momento, mi alarma de alerta se encendió.

Mi voto será para Josefina Vázquez Mota por tres elementos principales que los otros no tienen: su capacidad al diálogo, su tolerancia y por ser la más alejada del México de corrupción, populismo y autoritarismo que tanto detesto.

Me he manifestado públicamente a favor del aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual y legalización de unas drogas, por ejemplo; Sé que con un gobierno panista no tendremos nada de esto; pero tampoco con las otras dos opciones. AMLO lo pondría a votación popular, y EPN está en contra.

Creo en el voto úti. Ese mismo que los perredistas tanto criticaron cuando los panistas pidieron a los priístas en 2006, pero que piden ahora. Ironía. Y daría mi voto al segundo lugar si su proyecto me convenciera. En esta ocasión no sucede así.

Mis otros votos serán para el PRD porque las Cámaras necesitan equilibrio, y permitir que haya mayoría de un partido sería atroz para nuestra democracia. El PRD será nuevamente la Primera Fuerza Opositora del Gobierno en turno. Espero que esta vez sí aprovechen su posición y se comporten maduramente. 

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Todos los candidatos dicen ser el cambio verdadero. ¿Saben en dónde está el verdadero cambio verdadero? En  nuestra actitud.

Cada 6 años idolatramos a los candidatos. Creemos con ciega fe que son el verdadero cambio. Pero cuando nos decepcionan, los repudiamos y esperamos al siguiente candidato. Un pensamiento cíclico.

Después de las elecciones, nos despertaremos y veremos que México sigue igual. El cambio se dará cuando dejemos de ser mediocres. Cuando demos lo mejor de nostros en todo lo que hagamos. Cuando seamos críticos. Cuando seamos honestos, justos y, sobre todo, exigentes.

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Nota al pie de página.
42%, 31%, 24% y 3%. Éstas son las cifras de 1 de julio.