17/10/12

Mi primera hija


Era el verano de 1997. Estaba de vacaciones. A mí papá lo enviaron a un curso del trabajo a "la gran ciudad" y, como lo único que hacía yo era pelearme con mi hermana, papá me trajo con él.

Si algo recuerdo de ese viaje son tres cosas: la grandeza del Zócalo, mi primera vez en el metro y, algo que había olvidado pero que recordé hace poco: la sensación que me causó ver tantos espectaculares desde la entrada de la carretera Querétaro-DF y en todo Periférico. Mis visitas posteriores estarían marcadas por eso: ver espectaculares eran indicadores de haber llegado al DF.

Sonará cursi y hasta falso, pero es cierto: la primera vez que vi tantos espectaculares, le dije a papá que me gustaría hacer esos "letrerotes". No tenía idea de qué tenía que estudiar, ni nada. Tampoco recuerdo si me prometí un día hacer alguno. Solo recuerdo la sensación. Normalmente nos olvidamos de lo que que nos dicen o hacen; pero nunca de lo que nos hacen sentir.

Con el paso del tiempo me olvidé de esas ganas de ver un espectacular hecho por mí y un montón de cosas pasaron en mi vida; pero el destino me haría recordar esa sensación muchos años después.

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Hace unos meses me asignaron un proyecto en el trabajo: hacer una campaña nacional para que los niños coman frutas y verduras. A esto me refería con destino. Cuando de niño vi tantos espectaculares, nunca imaginé que terminaría siendo comunicólogo viviendo en el DF y dedicándome a la publicidad.

Ya había colaborado para diferentes campañas de varias marcas, pero nunca había tenido una campaña -tan grande- para mí; desde buscar caminos creativos y racionales para ser evaluados por el director creativo, cuentas y cliente, y luego hacer materiales, guiones, entre otras cosas.

¿De qué va la campaña? Es una campaña creada en la Agencia Área 6 para "Fundación Campo, Educación y Salud" y SAGARPA en la que se invita principalmente a los niños a comer frutas y verduras para llevar una vida más sana.

Este movimiento inició en Estados Unidos por iniciativa de la UNICEF en los años 80 y ha estado en muchos países. A México llegó hace 5 años, pero este año la campaña es más grande porque se pautó en televisión, radio, camiones, parabuses, obra de teatro, recetario, cuentos y hasta en materiales escolares.

Gracias a muchas personas mi primera hija nació.
Carla, Lina y Martín, la diseñaron; Caro, Erik, Lulú y Alejandro estuvieron orquestando, y Alan dándole dirección y el visto bueno. Y mucha gente más: locutores, músicos, impresores y hasta el equipo de Chabelo y él mismo -porque fue donde cliente quiso que la campaña se pautara-.

Uno de mis sueños era hacer una campaña social grande; los otros tienen que ver con Palacio de Hierro y Coca-Cola; luego, con otras marcas fuera del país. Al menos uno ya se cumplió.

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Hoy, mientras caminaba por la avenida más importante del Distrito Federal, Paseo de la Reforma, me encontré a mi primera hija. Iba en un camión ecológico. La vi, sonreí, y no pude evitar no fotografiarla. Y fue entonces cuando recordé esa sensación que había tenido de niño. 

Dicen que mi primera hija anda en varias ciudades del país paseándose. Dicen tambien que su voz suena en muchas más ciudades y la obra de teatro comenzará pronto a visitar escuelas para fomentar una vida más saludable. 

Espero llenarme de muchas hijas más. Si sí, se las estaré presentando.

Nota al pie:
Esta es la voz de mi primera hija: el anuncio en radio de la campaña.