16/7/11

Adolescencia mágica

Era el verano de 1999. Esa noche papá llegó a casa y me dio una bolsa de plástico rosa. 
-Ten; por tu cumpleaños, y por tu salida de primaria. A ver qué te parecen.- me dijo.

Emocionado, abrí la bolsa y saqué lo que tenía. Eran libros. Sentí un poco de decepción. Saqué el primero y leí Harry Potter and the philosopher's stone. Sentí más decepción y sólo pensé: -En inglés. Bravo.- Vi la portada y después de observar la ilustración, lo único que pasó por mi mente eran ganas de llorar. -¿Esos libros qué?- Me dije y me enojé. El que estaba adentro ni siquiera lo saqué de la bolsa. Sólo eché una mirada. 

Las vacaciones y el aburrimiento me obligaron a sacar de nuevo mi regalo y empezar a leer el primer libro. Me enganchó saber que el protagonista del libro y yo tuviéramos la misma edad; además, entraría en unos meses a una nueva escuela, como él. Ese verano leí los dos. 

El primer año de la secundaria hizo que guardara mi "mundo mágico" en un cajón del buró; pero en vacaciones de semana santa de 2000, encontré el tercer libro y obligué a papá a que me lo comprara.

Después de ver la primera película, en 2001, los personajes como los había creado mi mente, jamás aparecieron de nuevo. A partir del cuarto libro, los protagonistas fueron como en la cinta; el castillo jamás volvió a ser igual. Quizá esa fue razón por la que las películas nunca me gustaron tanto. Con el sexto libro, por ejemplo, cuando Snape mata a Dumbledore, lloré toda la noche. En cambio, salí enojadísimo cuando lo vi en película porque no me gustó cómo sucedió. Siempre salía así del cine, decepcionado, pero creo que una decepción gustosa, porque ahí estaba en cada estreno.

De los siete libros, cada uno tiene su encanto, pero sin dudarlo, el primero y el sexto son los que más me gustaron. De las ocho películas, la que más disfruté fue Las reliquias de la muerte Parte 1 y no sé por qué. Amo la fotografía y los colores de El prisionero de Azkaban. La que más me emocionó fue El Caliz de Fuego. La más fiel al libro creo que es La piedra filosofal. No me gusta La cámara secreta. Y amé la música de Las reliquias de la muerte parte 2.

Tanto los libros como las películas estuvieron presentes en mi adolescencia, desde secundaria hasta universidad; y, aunque dejé de ser teen hace algunos años, con Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 2 siento que esa etapa mágica queda cerrada.


Gracias, "Jo", por haber hecho de mi adolescencia una etapa más mágica de lo que implicaba.